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Hace unos pocos años le dije a mi pareja en voz alta: “y todo para nada; menudo fracaso”. Aquella fue la última vez que utilicé la palabra “fracaso” con el significado que tenía entonces para mí: desastre insalvable con terribles consecuencias. Por aquel entonces ya estaban cambiando muchas cosas en mi vida, así que me permití un par de jornadas de “luto” en las que lloré y me compadecí de mí misma todo lo que quise.
Pero después de desahogarme, me puse a leer acerca del fracaso; leí de todo, desde artículos en los que te enseñaban a evitarlo hasta libros que te daban pistas para dejar de ser “mediocre”. Desafortunadamente, algunas de las cosas que leí podían llegar a resultar ciertamente contraproducentes pues sólo reafirmaban esa creencia que yo tenía acerca de la palabra “fracaso” (FRACASO = DESASTRE). Sin embargo, decidí concentrarme en otras muchas que me ayudaron a ver lo que llamamos fracaso desde otra perspectiva mucho más alentadora.
Para empezar, llegué a la conclusión de que el fracaso, tal y como yo lo entendía, no existe; “fracaso” es tan sólo una palabra, una inofensiva aunque muy frecuentemente cargada de connotaciones negativas. Por lo tanto, el fracaso es una cuestión de percepción. Sí, de percepción porque lo que para mí puede que sea el fracaso más absoluto, para ti solamente es un mínimo contratiempo. Así que, si tan sólo se trata del significado que cada uno le atribuye a la palabra, ¿por qué no empezar a verlo de otro modo? Y, antes de responder algo como “porque el fracaso es lo que es y la verdad no se puede cambiar”, reflexiona sobre esta frase: nadie posee la verdad absoluta, sino tan sólo su propio concepto de ella.
Entonces, hagamos eso, entendámoslo de otro modo, de uno que no nos deje estancados, frustrados, con sentimiento de torpeza e incompetencia y, en definitiva, sin ganas de levantarnos y seguir caminando. Recuerdas eso de «la belleza está en los ojos del que mira»? Pues no solo ocurre con la belleza, ocurre con el fracaso y con todo en la vida. Como dice el maestro espiritual y autor de «El Poder del Ahora» -entre otros-, Eckhart Tolle, no vemos las cosas «como son» sino «como somos nosotros». Lo vemos e interpretamos todo a través de la pantalla de nuestros pensamientos y creencias. Así que démonos la oportunidad de empezar a pensar y creer de manera que impulsemos nuestra evolución.
De hecho, otra conclusión a la que llegué es que sin el fracaso no existe el éxito. De igual modo que no sabrías en qué consiste la felicidad si no tuvieras con qué compararla, ¿cómo sabrías qué es un éxito si antes no has experimentado lo que no lo es? Quizás ahora me respondieras: “fácil, cuando tienes éxito te sientes bien”. Pero sucede lo mismo de nuevo; imagina que nunca en tu vida te has sentido mal y que tu único sentimiento es el del bienestar. Si sólo has experimentado ese bienestar, ¿cómo sabes exactamente que eso que sientes es estar bien? En realidad, no lo sabes a ciencia cierta porque no tienes con qué compararlo, sólo conoces esa forma de sentir. Sin la noche, no podrías llamar día al día. Dulce / salado, frío / calor, luz / oscuridad… El uno no existe sin el otro. No puedes pensar en amor sin pensar en el odio; no puedes pensar en la paz sin pensar en la agitación; no puedes pensar en el éxito sin pensar en el fracaso porque no hay uno sin el otro: juntos forman el todo.
Los seres humanos nos movemos en la dualidad en este planeta y todo, de nuevo, es cuestión de juicio. Las cosas simplemente «son». Luego vienen los egos y etiquetan esto y aquello: «bueno», «malo», «hermoso», «grotesco»… Podemos, simplemente, aceptar todo tal y como es, dejar ir toda resistencia. Y así, sin dramas, honrar la vida tal y como es aquí y ahora. Honrar los procesos necesarios para medrar, como «el fracaso» con la misma comprensión y aceptación que honramos «el éxito».
¡Vamos! Empieza a verlo desde otra perspectiva. Si no hay nada que desafíe tu talento y tu resiliencia… ¿Cómo sabes el grado en el que los posees? ¿Cómo serías consciente de que es hora de ir a más?
Sé que decirlo o escribirlo resulta más fácil que ponerlo en práctica. Por eso recientemente hemos rodado «Fracasando Hacia el Éxito«, una película documental en la que te dejamos las claves para que empieces a vivir una vida exitosa desde ya. Si quieres saber más sobre la película, sus protagonistas y dónde puedes verla de forma gratuita, haz clic aquí.
Thomas Alva Edison, a quien conocemos bien por perfeccionar la lámpara incandescente, respondió de la siguiente manera a un periodista que le recordó que había fallado casi mil veces antes de dar con el filamento de tungsteno: “no fracasé, sólo descubrí 999 maneras de cómo no hacer una bombilla».
Como él, puedes decidir desde qué punto de vista valoras las experiencias que menos te agradan; puedes verlas como grandes piedras que bloquean tu camino, hundirte y pensar que es el fin del mundo. O, por el contrario, puedes tratar de comprender que son un peldaño más de la escalera hacia el éxito. ¡Tú decides!
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4 comments to “Sobre El Fracaso”
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Pilar García - 8 octubre, 2015 at 08:58
Gracias Luz por la perspectiva en la que nos describes el fracaso, la dificultad radica en dar ese nuevo significado al fracaso, cómo hacer para ver el fracaso como un peldaño más en la escalera, y no como una gran piedra que nos hunde. Cómo podemos hacer para cambiar la perspectiva y no dejar que los fracasos nos hundan, es más, que nos muevan a levantarnos y a seguir nuestro camino, habiendo avanzado pasos?
Luz - 8 octubre, 2015 at 14:21
Gracias por tu comentario Pilar. Efectivamente, es dificil adoptar un nuevo punto de vista; hemos cultivado el hábito de pensar en ciertas cosas desde perspectivas que nos son completamente perjudiciales. Lo bueno es que los hábitos son sólo eso, hábitos y se pueden cambiar. Hay que sentarse a tener una conversación seria con uno mismo y tener el valor de aceptar que cualquier otra perspectiva es tan válida como la que tienes en la actualidad. Date el honor de insistir en la nueva perspectiva. Conviértela en tu mantra, repítetela noche y día. Y, cuando te quieras dar cuenta, estarás pensanso y actuando de forma distinta 😉
Pilar García - 13 octubre, 2015 at 10:26
Gracias Luz; esta frase » el fracaso es un paso más en el camino hacia el éxito. Voy hacia el éxito», me la voy a repetir cada vez que tenga pensamientos negativos, hasta que sea parte de mi. Sustituyo creencias negativas que me impiden avanzar, por esta tan positiva: voy hacia el éxito.
Luz - 13 octubre, 2015 at 11:05
¡Cómo me alegra oír eso Pilar! Justamente, de eso se trata. Tú eliges a qué pensamientos dar más protagonismo y cuáles desterrar. La frase que propones, ¡me encanta! Adelante Pilar, sigue caminando hacia el éxito 😉