Zumos Para Perder Peso y Ganar Salud

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Aunque lo has intentado, ¿has ganado algo de peso durante esta Navidad? ¿Te han pasado factura tantas reuniones y banquetes? Que no te entre el pánico, te diré aquí cómo volver a la normalidad 😉 Mi método favorito es el juicing o ayuno con zumos. Hacer un ayuno con zumos (o, en inglés, juice fast) o beber un par de zumos al día te puede ayudar a adelgazar de forma fácil y rápida. Pero el juicing no sólo es fantástico para perder peso sino que, además, hecho adecuadamente, te ayuda a alcanzar un estado de salud óptimo. Déjame ponerte aquí una de mis frases favoritas acerca del juicing:

los zumos naturales pueden salvarte la vida (Cabot, 2001, p. 8).

La frase es de la doctora en medicina Sandra Cabot; se graduó con honores en medicina y cirugía por la Universidad de Adelaida, en Australia. Además es diplomada por el Real Colegio Australiano de Obstetras y Ginecólogos. Impresionante, ¿verdad? No es difícil para mí confiar en lo que leo de la doctora Cabot.

Para mí el juicing -o zuming, como yo lo llamo- es una de las mejores formas de cuidar mi salud y tiene el efecto secundario de la pérdida de peso. Cuando me siento letárgica, falta de energía o cuando noto que me está costando incluir más frutas y verduras en mi dieta recurro al juicing.

En lo que se refiere a adelgazar, tengo que decir que sólo lo recomiendo en aquellos casos en los que la persona se sienta fuertemente motivada y mentalmente preparada. Si has leído ya algún otro artículo de mi blog, sabrás que mi punto de vista acerca del bienestar se basa en trabajar siempre equilibrando cuerpo, mente y lo que somos más allá de la dimensión física. Por eso insisto en que si notas demasiada resistencia al comenzar una sesión de ayuno, lo dejes ya que te resultará difícil obtener todos sus beneficios.

En mi caso leí tanto acerca de las bondades de ayunar que cuando hice mi primera cura con zumos fue todo sobre ruedas. Me enfoqué mucho en el aspecto mental y obtuve tantos beneficios de la experiencia que a día de hoy los zumos forman parte tan esencial de mi alimentación como lo pueda ser una manzana o un plato de legumbres.

Al final se trata de algo que está mucho más allá de lo que está en la superficie. En la superficie vemos personas con sobrepeso y eso tiene una causa y un significado profundo y esencial que va mucho más allá de un número en la báscula. Todos buscamos medrar y cada persona lo hace a su manera. Se trata de saber utilizar todo lo que hay disponible en tu favor. Si el juicing te resuena, ve a por ello; quizás sea esa tu herramienta.

¿Qué Necesitarás?

Licuadora

Lo primero de todo, necesitarás una licuadora. Hay de distintos tipos. El extractor por centrifugación es el más común y hay una gran variedad en el mercado así que es relativamente sencillo encontrar uno que se adapte a tu presupuesto. Asegúrate de que compras uno con una potencia de, al menos, 700 vatios; la primera vez yo probé con una licuadora de 500 W y me duró una semana. No procesaba bien cosas como la remolacha o las zanahorias y al final murió dejando una maloliente nube de humo en mi cocina. ¡Ah!, ten en cuenta también que si quieres acortar el tiempo de preparación, tu licuadora debería tener bien ancha la boca por donde se introducen las frutas y verduras. Hay modelos en los que caben manzanas prácticamente enteras.

El extractor por masticación es el segundo tipo. Yo, personalmente, prefiero este modelo ya que en la técnica de extracción los vegetales son aplastados y presionados, la temperatura no aumenta y se conservan la mayoría de las vitaminas, minerales y enzimas. El valor nutricional del zumo es superior al que se obtiene con la técnica del centrifugado. No obstante, este tipo de extractor es más caro.

Y si el presupuesto no es un problema para tí, te recomiendo un extractor por trituración o de doble eje. Este tipo de exprimidor es considerado el mejor del mercado, ya que extrae la máxima cantidad de líquido de cada ingrediente y produce los zumos de más alta calidad nutricional.

Frutas y verduras

En segundo lugar, necesitarás un montón de frutas y verduras. Es importante que intentes conseguir productos orgánicos; pero si te resulta complicado porque no los encuentras o porque son demasiado caros, compra producto local y/o de temporada. Al hacerlo, estarás evitando en gran medida herbicidas, pesticidas y otros tipos de venenos con los que nuestras frutas y verduras son rociadas. Recuerda, la idea es deshacernos de las toxinas acumuladas en nuestro cuerpo, no introducir más. Compra limas, limones, tomates, col, espinacas, apio, zanahorias, remolachas, pepinos, manzanas, peras, piñas, raíz de jengibre y ajo. Con estos ingredientes puedes hacer combinaciones realmente deliciosas para tus zumos 😉

Finalmente, la ingesta diaria de zumos dependerá de tus objetivos. Si tan solo quieres una vuelta a la normalidad después de un período atípico o te apetece darle un impulso saludable a tus hábitos, bebe 1 ó 2 vasos de zumo al día. Si tu objetivo es hacer una sesión de ayuno completa (entre 7-10 días), bebe al menos 4 vasos de zumo al día (600 – 1000 ml) y un montón de agua (1,5 – 2 litros al día), si puede ser filtrada, mejor que mejor.

Si tu caso es este último y quieres informarte más acerca de cómo hacer un ayuno adecuadamente e incluso cómo prepararte a todos los niveles, quizás el libro que escribí contando mi experiencia te resulte de ayuda 😉 Encontrarás más información sobre cómo conseguirlo al final de este post.

Espero que te haya gustado el artículo ¡y recuerda!, tu físico y tu estado de salud general  son el reflejo de tus estados internos. Tomes la estrategia que tomes, que sea integral; no trates de «resolver» sólo la parte física; incluye en tu plan de acción todas las dimensiones de tu ser. Así es como recuperarás tu salud y, como efecto secundario, tu figura 😉

Si tienes algún comentario, por favor, escríbelo abajo, me encantará leerlo 🙂

¡Feliz Juicing!

Featured image of post: martakat83

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Referencias:

Cabot, S. (2001). Raw Juices Can Save Your Life: An A-Z Guide: SCB International.