Vivir en Suecia me está resultando una experiencia enriquecedora en todos los sentidos. Hace 13 años que me mudé aquí y desde entonces he aprendido mucho, muchísimo.
*Nota: Si no te apetece leer más sobre cómo Suecia, en mi opinión, consigue equilibrar los principios masculino y femenino en muchas de las áreas de su vida socio-cultural, política y econónima, baja un poco más en el artículo hasta llegar al título «Los Arquetipos Masculino y Femenino».
Suecia es uno de los países más innovadores del mundo; también es de los que han conseguido mayor igualdad social. Son líderes mundiales en cuidado del medio ambiente y desarrollo sostenible. La organización de la sociedad sueca cuenta con principios pioneros en sus políticas de atención a la infancia y a la vejez; es un gran lugar para las familias y para envejecer.
Muchas de las culturas madre de la humanidad nos han dejado en su sabiduría la clave para que los seres humanos creemos nuestra realidad de forma consciente: equilibrar las fuerzas presentes en la energía de la creación. Y, en este sentido, lo tengo claro: Suecia sabe equilibrar los dos principios creadores: el masculino y el femenino.
En lo referente al principio femenino, los suecos han sabido acercarse a lo no conocido y lo han integrado; ese es el suelo fértil de la creatividad y la innovación. Suecia también ha sabido valorarlo todo, lo igual y lo diferente; por ello se ha acercado a su entorno con amor, desde el respeto y la inclusión. Saben que todo y todos estamos interconectados y que, por eso, tu mayor bien es mi mayor bien. Sus primeras posiciones en diversos rankings internacionales de bienestar, desarrollo humano e innovación no son casualidad.
Pero tampoco es casualidad que Suecia se sitúe en los primeros puestos en los índices de competitividad global. Este país se ha convertido en poco tiempo en uno de los más prósperos del mundo; los suecos han desarrollado una economía especializada y eficiente. Suecia ha sabido darle dirección, empuje y crecimiento a toda esa energía femenina, implementando medidas y políticas que no solo empoderan al ciudadano sino a toda la nación sueca. Y todo esto está relacionado con el perfecto equilibrio del principio masculino.
En una maravillosa danza creadora, Suecia consigue que ambas energías se muevan al unísono, construyendo así un modelo que reconcilia la competitividad con la solidaridad e igualdad social. No es de extrañar que sea un país admirado internacionalmente.
No es que aquí sea todo perfecto; no puede haber crecimiento sin imperfección. Lo que ocurre es que, por el momento, los suecos son más eficientes a la hora de integrar los extremos y todo lo que hay en medio y utilizarlo para su evolución.
Si quieres trasladar a tu vida personal el éxito sueco, aquí te dejo este post para que conozcas un poco mejor los principios de creación masculino y femenino. Podrás saber cómo reconocer ambas energías en ti, averiguar si tienes alguna de ellas desequilibrada y cómo puedes comenzar a armonizarla de nuevo. En el equilibrio de ambas está la clave de la manifestación de nuevas realidades.
¿Estás listx para manifestar tus deseos y crear tu cielo en la tierra? 🙂
¡Bienvenidx!
Los Arquetipos Masculino y Femenino
Nuestro desarrollo como seres humanos no se produce de forma aislada sino que tiene lugar dentro de sistemas socio-culturales. Por lo tanto, nuestra forma de pensar y experimentar la realidad, tiene un aspecto individual y uno colectivo.
El psiquiatra suizo Carl Gustav Jung (1915-1961) usó la expresión inconsciente colectivo para referirse a esa parte nuestra, moldeada desde fuera por el contexto social y cultural.
En este sentido, lo que se postula es que, desde los albores de la humanidad, hemos ido heredando, generación tras generación, los esquemas de procesamiento de la realidad de nuestros antepasados. Y dentro de esos esquemas, hay formas de pensamiento que han trascendido el tiempo y el espacio y se han convertido en universales. Estas imágenes comunes, que parecen estar en todas las culturas conocidas son los llamados arquetipos. Según Jung, los arquetipos constituirían la base de la psique humana; las diversas corrientes de pensamiento los han organizado y clasificado de varias formas (el padre, la madre, el héroe, el sabio, el mago, la sombra…). En este caso, solo me centraré en los relacionados con el motivo del post.
El arquetipo paterno
Desde un punto de vista cuántico, los arquetipos representan las diferentes energías universales. Pero a la mente humana le cuesta comprender lo que no tiene forma, lo que no podemos percibir con nuestros sentidos físicos; así que hubo un tiempo en el que creamos los arquetipos, para darle forma -simbólica- a todas esas energías y poderlas comprender mejor.
Por eso en este post, al hablar de los arquetipos paterno y materno, también utilizaré los términos de energía masculina y energía femenina.
Cuando el ser humano construyó el arquetipo paterno, trataba de explicar un tipo de energía -la masculina- cuyas características principales son las siguientes:
nos da la capacidad de tomar una dirección concreta (una meta, un objetivo)- también nos capacita para establecer un marco temporal en cualquier proyecto que decidamos (saber cuándo comenzar y cuándo terminar o dejar de insistir)
- capacidad para expandir; es decir, hacer crecer todo lo que ya tenemos integrado en nosotros, todo lo que hemos conseguido tanto a nivel material como no material
- nos otorga visión, enfoque, determinación y empuje para llegar a nuestro destino
- capacidad para poner límites, para decir “no”
El arquetipo materno
Con este arquetipo se trata de explicar un tipo de energía -la femenina- cuyos rasgos distintivos son:
capacidad de atraer a mí todo aquello que aún no tengo, lo que no conozco, lo que no me es afín- capacidad de relación; construir relaciones entre iguales y diferentes, valorar todo y a todos los que nos rodean desde la dulzura y la comprensión
- Capacidad de amar sin condiciones
- capacidad para nutrir y sostener los propósitos que elijamos y todo lo que tenemos y experimentamos en la vida
- receptividad, paciencia, compasión, intuición, emoción (que mueve la visión)
- capacidad de conexión con todo (no sólo es tu mundo interno el que habla de ti; todo lo externo también lo hace)
Equilibrar Para Crear
En cada persona, en cada ser humano, están presentes tanto el principio masculino como el femenino. Muchas culturas madre de la humanidad subrayan la importancia de integrar y armonizar ambos principios en nuestro ser para la autorrealización y evolución armónica en este plano.
Haber nacido con una u otra biología no significa que debas identificarte con el arquetipo materno o con el arquetipo paterno; no quiere decir, por ejemplo, que un ser del sexo masculino tenga -o deba tener- más energía masculina que una persona del sexo femenino (de hecho, hay mujeres con mucha energía masculina y viceversa).
Sin embargo, los seres humanos lo hicimos así y colocamos los arquetipos fuera de nosotros. Pusimos el arquetipo materno en nuestra mamá biológica y el paterno en nuestro papá; identificamos la energía femenina con la biología femenina y la energía masculina con la biología masculina. Hubo un error en la identificación porque en realidad ninguno de los arquetipos es patrimonio exclusivo del hombre o la mujer, están más allá de ese constructo socio-cultural llamado “roles de género”.
Ese error en la identificación nos ha llevado a la cantidad de desequilibrios que vivimos hoy a todos los niveles; es el dolor que produce la ilusión de la separación.
No es posible crear algo nuevo si no tienes bien integrados y equilibrados tanto el principio femenino como el masculino. Sólo cuando estas dos fuerzas se encuentran, nace una tercera cosa, de igual forma que cuando el hidrógeno y el oxígeno interaccionan surge una nueva realidad: el agua.
Será muy difícil manifestar propósitos si hay un exceso o rechazo de alguna de las dos energías. Por ejemplo, se puede ser muy activo, trabajador y organizado (energía masculina) pero nunca innovar y traer algo nuevo porque falta o está en desequilibrio la energía femenina. También puede suceder todo lo contrario; hay muchas personas con mucha facilidad para imaginar lo no afín, para atraer lo desconocido (energía femenina), y sin embargo nunca se materializan resultados porque no se toma la acción requerida (energía masculina).
Si te ves incapaz de emprender hay una falta o desequilibrio de energía masculina; si sientes que no estás preparado para recibir todo lo bueno que puede llegar, hay un claro desequilibrio o falta de integración de la energía femenina. Pero no te preocupes, puedes empezar por algo muy sencillo: observar.
Observar para Integrar y Armonizar
Al tener los arquetipos situados fuera de nosotros, en papá, mamá o las figuras que ejercieron como tal en nuestra vida, si me falta alguno de los dos o ambos (ya sea porque nos abandonaron, porque no estuvieron muy presentes -física o emocionalmente- en nuestra infancia o porque fallecieron) puedo perder las capacidades de esas energías.
Ocurre lo mismo si siento que por ser hombre o mujer, tengo que ser y hacer sólo de cierta manera.
Para corregir esta situación lo que hay que hacer es resituar a los arquetipos donde siempre debieron estar, es decir, dentro de nosotros. Dejar de ponerlos fuera, en otra u otra/s personas. Y para ello la herramienta más sencilla es la de la auto-observación.
Observa cómo piensas, cómo te sientes y cómo actúas en la vida, en sus distintas esferas. Conocerte en tu interacción con el mundo te dará pistas sobre dónde hay desequilibrios y a partir de ahí podrás moverte en la dirección de la coherencia.
Te dejo aquí una lista de los rasgos más comunes que puedes observar cuando hay un exceso o defecto de energías. Así podrás detectar dónde se da el desequilibrio y comenzar a corregir el rumbo.
Energía Masculina
En un exceso del principio masculino, las características más comunes son las siguientes:
nerviosismo, impaciencia e impulsividad en las acciones, lo cual dificulta mucho el proceso- tendencia a no escuchar, a la falta de empatía y a una actitud controladora y autoritaria; se tenderá mucho a pensar en uno mismo
- rebeldía y problemas con la autoridad. Agresividad, violencia
- excesivo enfoque en el mundo externo; incapacidad para ver más allá del yo y de lo conocido
- necesidad de aprobación externa
- ha de tenerse todo bajo control; obsesión con la planificación
- dificultad para expresar lo que se siente
En una persona con falta de energía masculina se pueden apreciar los siguientes rasgos:
- a nivel mental, se tienen muchos miedos; hay pensamientos y creencias negativos y limitantes. Siente desprotección y caos, como si el mundo se le viniese encima.
- se ve viviendo las mismas situaciones de forma cíclica, como si hubiera un bloqueo; el cambio se resiste y esta falta de movimiento hace que mirar hacia adelante, hacia el futuro, resulte ciertamente difícil. Llegará incluso a plantearse si la vida tiene algún sentido.
- también es posible que la persona no le de valor a su propia identidad y se deje guiar más por las opiniones y gustos de terceros que por las suyas propias; aquí es típico aquello de no saber decir que no.
- se apega en exceso a las cosas -tanto materiales como no materiales- y tiende a la dependencia. Tiene mucho miedo al abandono.
Energía Femenina
Cuando hay un exceso del principio femenino, se observan las siguientes características:
la persona suele sentirse muy insegura y vulnerable (a nivel económico, físico o emocional)- falta de iniciativa; aunque quiera iniciar algo no se atreve, el miedo le maneja
- también hay mucha indecisión
- dificultad para decir no y establecer límites sanos
- se presta más atención al bienestar de los demás que al propio
- demasiada facilidad para ahondar en las emociones propias y en las de los demás, lo cual hace que la persona se vea arrastrada por ellas. Otro rasgo característico en este sentido sería la hipersensibilidad
- tristeza, apatía, falta de vitalidad, depresión
Hay una serie de rasgos comunes en una persona con muy baja presencia del principio femenino:
- le cuesta mucho amarse y respetarse; tiene la autoestima muy baja
- se pierde la conexión con lo sutil; se cierra la puerta a lo no conocido y se deja de estar en contacto con la intuición. Esto hace que se inicien proyectos con mucho enfoque en el logro externo, aun a costa de la propia felicidad
- incapacidad para fluir, para jugar; no hay un sentido del gozo y disfrute del proceso dado que el acento se pone solo en la competición y el resultado. No se permite experimentar el placer
- bajos niveles de inspiración y creatividad
- la capacidad de comunicación y de relacionarse con el mundo de forma dulce y armónica se ve mermada
- dificultad para sanar
Un Resumen Para Concluir …
El balance de ambas energías es el catalizador de la manifestación. Cuando abandonamos los roles prefabricados y dejamos de usar la energía de forma extrema conseguimos un movimiento energético coherente y armonioso que despierta la fuerza de la creación, tu capacidad y poder para influir tu realidad.
Sabrás que el principio femenino está en equilibrio en ti porque te amarás y respetarás sin condiciones. Serás altamente creativ@, darás a luz nuevas ideas de negocio, artísticas, etc. No te interpondrás en el camino hacia los objetivos que te hayas propuesto, serás paciente y flexible. No sólo escucharás lo que dice tu mente, también sabrás dejarte guiar por tu intuición, por todo lo que te comunican tu cuerpo y tus emociones. Tendrás una sensación de paz y confiarás en el proceso de la vida; te permitirás disfrutar como cuando eras un niño. Tendrás un repentino deseo de retomar el contacto con la naturaleza.
Por otra parte, sabrás que tu principio masculino está equilibrado cuando te sientas a salvo y el miedo no te paralice. No te importará salir ahí fuera y explorar territorios desconocidos, no temerás la aventura. Te pondrás manos a la obra en dirección a tu meta y nada podrá pararte. Sabrás manejar tu fuerza para unir y traer armonía allá donde haya división y conflicto. Lejos de utilizar tu poder para controlar, mostrarás una gran asertividad. Confiarás y creerás en ti mismx y no dudarás de tu capacidad para triunfar.
Si al leer este post te has dado cuenta de que no tienes ambos principios integrados, tranquilx, has dado ese gran primer paso que es auto-observarte y darte cuenta. El siguiente paso es investigar un poco más hasta encontrar aquello que creas que te va a ayudar a equilibrar tus energías. Estaré encantada de acompañarte si resuenas con las herramientas que yo ofrezco 🙂
Y recuerda, no se trata de intentar ser “más hombre” o comportarte más “como una mujer”. Se trata de reconectar con la consciencia pura que eres, con tus dos energías equilibradas; y es ahí donde comenzarás a ver que se abre todo un mundo de posibilidades ante ti. Cuando hay coherencia dentro, esa misma armonía se manifiesta fuera.
No hay ninguna diferencia de calidad entre hombres y mujeres; la consciencia no es hombre ni mujer, es hombre y mujer. Es sumar para crear.
Todo lo que sucede a nivel colectivo no es más que un reflejo de los procesos vividos a nivel individual. Es mi esperanza que vayamos tomando conciencia de todo esto, viajemos a nuestro interior para sanar las heridas en vez de seguir proyectándolas y haciéndole la guerra el vecino y, por fín, se acabe esa lucha sin sentido entre seres humanos que, al fin y al cabo, comparten un mismo objetivo sobre esta tierra: experimentar y medrar.
Competir nos retrasa, colaborar nos da alas. Dejemos de ponernos etiquetas los unos a los otros; dejemos de esperar que el otro sea o se comporte como esperan unas normas socio-culturales limitantes e irreales. Integremos al fin que todo ser humano puede conseguir lo inimaginable y caminemos juntos hasta cruzar las fronteras de lo imposible.
Como dice un proverbio chino: «si caminas solo irás más rápido. Si caminas acompañado llegarás más lejos».
Yo me voy, me voy muy lejos, ¿vienes conmigo? 🙂
Luz
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Entrada actualizada el 14/12/23 (fecha primera publicación: 13/11/2014)
